
Jolines, a mi primo
le pusieron sombrero,
por tomar dos pastillas,
le cayó el pelo.
Se ríe como siempre,
pero está blanco;
mi tía Juana lo mira
y le dice:
qué guapo estás, mi vida,
qué guapo estás tan calvo.
A lo mejor se va
por una temporada,
para que el sol le ponga
morenita la cara.
Y si se encuentra a gusto
seguro que no vuelve,
pero yo en vacaciones
le prometí ir a verle.
Y si no lo encontrara,
lanzo cohetes,
con estrellas azules
y chispas verdes.
Es tan aventurero…,
que hasta igual se le ocurre,
cabalgar con sombrero
a lomos de una nube…
Autor: Aurelio González Ovies
Gracias Alfonso, por darnos a conocer este poema, nos hace recordar de un modo especial a los que pasan por oncología infantil del HUCA y a todos los que hacen cabalgar a estos chicos y chicas: familias, personal sanitario, galbán, cruz roja y sed.
Bueno, ya veo que Ramón sigue cabalgando a lomos… de muchas nubes y que llegó hasta vuestra maleta. Ahí os lo dejo, cuidadlo, que es un tipo bastante especial. Si a mí me gusta ver por dónde se mete, imagínate lo que le gustará al autor. Un abrazo… de nariz roja.
Precioso 🙂